El Gran Pastor visto en el Salmo 23
ID
bbre029
Sprache
ES
Gesamtlänge
00:11:50
Anzahl
1
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Salmos 23
Beschreibung
Vemos al Señor Jesus como el Buen Pastor que da Su vida por las ovejas en el salmo 22. Ahora, en el tan conocido salmo 23, vemos a Él como el Gran Pastor de las ovejas - Él es él que les cuida y que está con ellas en el camino, yendo adelante de ellas, estando al lado de ellas e yendo por detrás de ellas como la misericordia personificada. El centro del samo 23 es Él - Cristo! TU estás conmigo - es la palabra central. Por el tiempo disponible, esa parte es solamente una muy breve panorámica.
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…
En el Salmo 22 hemos visto la obra del Señor Jesús por nosotros, hemos visto su camino
por nosotros hasta la cruz para entregar su vida ahí.
Ahora estamos nosotros detrás de él, detrás de él, en sus pisadas,
por ir siguiendo a él, y él va adelante y está cuidando de nosotros.
Pero su camino por nosotros, el buen pastor da su vida por nosotros, entrega su vida.
Pero ahora también tenemos el pastor y cuida de nosotros.
Tenemos un versículo en Hebreos, capítulo 13, versículo 20, que aplica un otro título al Señor.
No es el buen pastor, pero sí dice ahí, Hebreos 13, 20.
Y el Dios de paz, que de sus poderos muertos a nuestro Señor Jesucristo,
el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno,
presentó la obra buena para que hagáis su voluntad,
haciendo él en vosotros lo que es agradable ante él, por Jesucristo,
para que haya la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Entonces el Señor Jesús no es solamente el buen pastor que da su vida,
pero también es el gran pastor de las ovejas, el que cuida de las ovejas,
que pastorea a las ovejas, que apacienta a las ovejas,
que da protección y que también está dando alimento a sus ovejas día por día.
Primero en Pedro, capítulo 2, versículo 25,
también tenemos ese gran pastor con otra expresión.
Porque vosotros erais como ovejas descarriadas,
pero ahora habéis vuelto al pastor y obispo de vuestras almas.
¿Quién es el obispo?
Sí, aquel que cuida, que vela por el rebaño,
que mira por arriba para ver todas las necesidades.
Y esta calidad del Señor Jesús tenemos en el Salmo 23.
El Salmo 23, que es un Salmo muy conocido, un Salmo breve.
Tenemos seis versículos y vamos a leerlo y también ver algunas de estas cosas.
Cómo él cuida de nosotros.
Salmo de David, otra vez el título inspirado por Dios.
Salmo de David.
Teoá es mi pastor, nada me faltará.
En lugares de delicados pastos me hará descansar.
Junto a aguas de reposo mi pastorera
confortará mi alma y guiará por sendas de justicia,
por amor de su nombre.
Aunque ande en valles sombras de muerte,
no temeré mal a alguno,
porque tú estarás conmigo.
Porque tú estarás conmigo.
Tu vara y tu callado me infundirán aliento.
Alerezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores.
Unges mi cabeza con aceite, mi copa estaré gozando.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida
y en la casa de Jehová moraré por largos días
y para todos siempre por la eternidad.
Creo que todos conocen ese salmo.
Quizás lo saben recitar hasta hoy.
Ya los niños en la escuela dominical aprenden el versículo uno.
Jehová es mi pastor, nada me faltará.
Este salmo muestra entonces al Señor Jesús como el gran pastor,
como el pastor que cuida, que pastorea,
que da comida, alimento para sus ovejas.
Está con nosotros en todas las situaciones de nuestra vida,
caminando con nosotros.
Otra vez, también este salmo en primer plan se dirige a Israel.
También para ellos es el pastor que cuida de ellos.
También a este pueblo el Señor Jesús va a conducir,
Jehová como el pastor va a conducir hasta el punto
que viven o morarán en la casa de Jehová por largos días.
Otra vez, una mirada para el reino milenial de Cristo.
Ahí están también en presencia de Jehová,
en presencia de los judíos,
en presencia del Señor Jesús como su Rey y Mesías.
Pero aplicamos este salmo a nosotros.
Encontramos 15 cosas que el Señor Jesús es o que hace por nosotros.
Primero, Jehová es mi pastor.
Es algo muy personal.
Ahora que el dio su vida por las ovejas, es mi pastor.
Y eso necesitamos saber también cada uno de nosotros.
Si aceptamos al Señor Jesús como nuestro Salvador,
entonces Él es mi pastor.
No solamente el pastor de nosotros todos,
pero personalmente, individualmente, mi pastor.
Tengo un relacionamiento con Él.
Soy una oveja de Él.
Una oveja que tiene conciencia y que Él la cuida.
Y que Él proviene de todas las cosas.
Nada me faltará para extraer una promesa material.
Nada nos faltaría en la vida de esta tierra.
El Señor Jesús, Dios, hoy en día no nos hace esa promesa.
No nos dice que no nos va a faltar absolutamente nada en la vida.
A veces pasamos por situaciones difíciles.
A veces pasamos por una situación en la que no tenemos trabajo, por ejemplo.
Falta el sueño.
Necesitamos ver de dónde viene el pan para el próximo día.
Pero también Él cuida.
Tenemos sí la promesa que nada nos faltará en la vida espiritual.
Es así. Nada me faltará.
Segunda cosa.
Jehová es mi pastor.
Su persona.
Él es el pastor que está delante de nosotros.
Enfrente de mí.
Nada me faltará.
Número dos.
Tres.
En lugares de delicados pasos, me hará descansar.
Él quiere nos dar descanso.
Y es interesante.
¿Cuándo quiere dar descanso?
16 años sin necesidad.
¿Es después del trabajo o antes?
Antes. Es la primera cosa que hace.
Nada me faltará.
Y nos conduce al descanso.
Y eso el Señor Jesús también hacía con los discípulos.
En el Nuevo Testamento leemos cuando Él escogió los doce.
Él escogió para estar con Él y para predicar.
Para enviar.
Primero estar con Él.
Descansar con Él.
En lugares de delicados pasos, me hará descansar.
Él dará el alimento perfecto que necesitamos.
Y con eso el descanso perfecto también.
Junto a aguas de reposo, me pastoreará.
Él nos cuida junto a estas aguas de reposo.
El refrigerio viene de Él.
Entonces yo a mi pastor.
Nada me faltará.
Tres.
Descanso en delicados pasos.
Cuatro.
Reposo junto a aguas.
Cuarto.
Confortará mi alma.
Él quiere dar el consuelo que necesitan nuestras almas.
Él conforta el alma de la gente.
Sexto punto.
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
No.
Me guiará por sendas de justicia.
Primero eso.
Número seis.
Número siete.
¿Por qué lo hace?
Por amor de su nombre.
Causa de su nombre.
Él guiará a nosotros por sendas de justicia porque quiere que su nombre sea glorificado.
Punto ocho.
Ahora, aunque ande en valle de sombra y muerte, no temeré mal a alguno.
Porque tú estarás conmigo.
Tu vara y tu callado me infundirán aliento.
No necesitamos temer.
Aunque los caminos son difíciles en la tierra, pero también en el ámbito espiritual.
A veces tenemos que andar por caminos difíciles.
Y en la primera epístola de Pedro.
En el capítulo uno, versículo seis.
También nos dicen lo cual vosotros os alegráis.
Aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas.
Pero en medio de estas pruebas está él.
Porque tú estarás conmigo.
Tú estás conmigo.
Él está con nosotros.
Como el pastor iba adelante de nosotros, está enfrente.
Ahora está a mi lado.
Conmigo también.
Tiene su vara y su callado que me infundirán aliento.
Él quiere alentar a nosotros.
Quiere encorajar a nosotros.
Pero también da una mesa delante de mí.
Presencia de mis angustiadores o de mis enemigos.
Una mesa ahí donde es en realidad el campo de batalla.
Pero el descanso que él da, la tranquilidad, la confianza es tan grande.
Que enfrente de los enemigos no necesitamos batallar.
Si no, podemos nos alegrar con él.
Gozar de la comunión con él.
A la mesa de él.
Urpes mi cabeza con aceite.
Tenemos el Espíritu Santo también.
Aceite una figura del Espíritu Santo.
Y unge nuestra cabeza.
Por un lado, está conduciendo por medio del Espíritu Santo nuestros pensamientos.
Nuestra mente, la manera de pensar.
Pero también quien era ungido por la cabeza eran los reyes.
Y nosotros también fuimos hechos reyes y sacerdotes.
Mi copa está reposando.
Da más que necesitamos.
La alegría, el gozo que da es súper abundante.
Mucho más que necesitamos.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida.
Ese es el punto 14 ya.
El Señor adelante.
El Señor al lado.
Ahora, misericordia.
El bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida.
¿Y quién es la misericordia en persona?
El Señor Jesús.
Está por detrás de nosotros también.
Totalmente somos protegidos, conducidos, guiados por Él.
Abenzoados por Él.
Cuidados por Él.
Guardados por Él.
Porque Él está adelante, a mi lado y atrás.
Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
Siempre entonces podemos gozar la presencia del Señor Jesús.
En la casa de Jehová.
Para Israel el templo es la tierra.
Para nosotros una casa espiritual.
Y después la casa del Padre, la cual hablamos también en las conferencias.
Donde podemos estar por todo siempre.
No solamente por largos días como Israel por mil años.
Pero sí por la eternidad.
Así tenemos 15 puntos o 15 glorias del Señor Jesús en este Salmo 23.
Y el número en medio, en el centro, cuando tienes 15 puntos.
¿Es cuál?
El punto número 8.
7, 1 y más 7.
¿Cuál es el punto 8?
Tú estarás conmigo en el versículo 4.
Es el punto central de este Salmo.
La persona del Señor Jesús a nuestro lado.
Con nosotros.
Y aún más si tomaríamos una Biblia en Hebraico.
Y contábamos las palabras de este Salmo.
Y buscamos por la palabra bien en el medio del Salmo.
Es la palabra Tú en el versículo 4.
La persona del Señor Jesús es el centro de este Salmo.
Realmente Él es el centro de todo.
Así como era el objetivo final y la persona central del Salmo 22.
El pastor que da su vida.
Y el pastor que cuida es la persona central en nuestras vidas y en los pensamientos de ellos.
Así podemos estar seguros con Él. …
Enthalten in
El Pastor en los Salmos 22, 23 y 24 / Bernd Bremicker
Reihe